HISTORIA
Los primeros plotter nacieron en los 60 y eran usados para registrar variables médicas y militares. Trabajaban con coordenadas cartesianas (X e Y) y la información se imprimía sobre papel continuo. Con el tiempo se fueron sofisticando hasta el punto de mover ambos ejes cartesianos dentro de un formato normalizado eran del tipo “sobremesa” y su principal peculiaridad era la de tener que centrar el formato por el cual se desplazaría un brazo portaplumas.
Con la necesidad de formatos grandes y la limitaciones físicas de los plotters de tablero, a principios de los 80 se difundieron los plotters verticales de rodillo que desenrollan una bobina de papel en un solo sentido (eje coordenadas X) sobre la que se y el brazo portaplumas perpendicular a él (eje Y). Al ir recogiendo el plano terminado en un capazo o bolsa permitía que en poco espacio se pudieran almacenar dibujos en gran formato estandarizándose en las 36” (914mm) del formato americano.
Hace ya más de una década, que este tipo de ploter fue sustituido por la nueva tecnología de inyección de tinta, invento heredado de las impresoras de sobremesa, pero con la posibilidad de imprimir formatos mayores, con buena calidad y ahorro de tiempos, y lo mejor, prácticamente, sobre cualquier tipo de soporte de impresión (pepel, poliéster, tela, etc.
Lamentablemente la idea o creación original de este invento no se le atribuye a nadie en especial, ya que fue creado por varios diseñadores de la época, y ninguno pudo atribuirse la patente de la creación
Con la necesidad de formatos grandes y la limitaciones físicas de los plotters de tablero, a principios de los 80 se difundieron los plotters verticales de rodillo que desenrollan una bobina de papel en un solo sentido (eje coordenadas X) sobre la que se y el brazo portaplumas perpendicular a él (eje Y). Al ir recogiendo el plano terminado en un capazo o bolsa permitía que en poco espacio se pudieran almacenar dibujos en gran formato estandarizándose en las 36” (914mm) del formato americano.
Hace ya más de una década, que este tipo de ploter fue sustituido por la nueva tecnología de inyección de tinta, invento heredado de las impresoras de sobremesa, pero con la posibilidad de imprimir formatos mayores, con buena calidad y ahorro de tiempos, y lo mejor, prácticamente, sobre cualquier tipo de soporte de impresión (pepel, poliéster, tela, etc.
Lamentablemente la idea o creación original de este invento no se le atribuye a nadie en especial, ya que fue creado por varios diseñadores de la época, y ninguno pudo atribuirse la patente de la creación
Es una máquina que se utiliza junto con la computadora e imprime en forma lineal. Se utilizan en diversos campos: ciencias, ingeniería, diseño, arquitectura, etc. Muchos son monocromáticos o de 4 colores (CMYK), pero los hay de ocho y doce colores.
Actualmente son frecuentes los de inyección, que tienen mayor facilidad para realizar dibujos no lineales y policromos, son silenciosos, más rápidos y más precisos.
Las dimensiones de los plóteres no son uniformes. Para gráficos profesionales, se emplean plóteres de hasta 157 cm de ancho, mientras que para otros no tan complejos, son de 91 a 121 cm.
PLOTTER DE PLUMA
Los primeros plóters, aún en pleno uso, fueron los de plumillas. Son los que más tardan en realizar un dibujo complejo, pero también son los que ofrecen una calidad y suavidad en las curvas absolutamente perfectas. Normalmente disponen de un soporte para seis u ocho plumillas, del cual el cabezal de dibujo las irá tomando según las necesite.
En los registradores de pluma el dibujo se realiza mediante un cabezal en el que se insertan los elementos de escritura: plumas, bolígrafos o rotuladores. Cada elemento de escritura puede subirse o bajarse hasta entrar en contacto con el papel, todo ello controlado por programa.
Tradicionalmente los plóters se han utilizado para dibujar planos arquitectónicos, de ingeniería, topográficos y todo tipo de dibujos de tipo técnico. Hoy en día, sin embargo, gracias a la proliferación de los programas de diseño artístico, se han instalado varios para realizar el dibujo de líneas de diseños artísticos complejos.
Las plumillas pueden ser de muchos tipos: rotuladores, estilógrafos para papel normal y vegetal, para papel poliéster, plumas de tinta al aceite (para transparencias), etc.
Incluso hay algunos modelos que pueden usar portaminas de varios grosores (normalmente 0.25, 0.35, 0.5 y 0.7); el trazador se encarga de sacar una mina nueva a medida que se vaya gastando la anterior.
INYECCIÓN DE TINTA.
Un tipo de trazador que está teniendo mucho éxito en los últimos años es el de chorro de tinta. Realmente es una impresora de chorro de tinta de gran formato, y la mayoría de ellos pueden producir impresiones con 16.7 millones de colores. Se les puede llamar plóters, porque son capaces de entender las instrucciones de lenguajes específicos de los plóters (HP-GL, RD-GL, DMPL, etc.), aunque internamente tienen que realizar la conversión de formato vectorial ( líneas ) a formato ráster ( puntos de color ).
Su calidad y velocidad es casi idéntica a la de las impresoras de chorro de tinta de sobremesa.
Las áreas efectivas de trazado de estos aparatos van desde el DIN A4 hasta algo más que un DIN A0, con excepción de los plóters de chorro de tinta, que no se suelen fabricar en tamaños inferiores al DIN A1 (para eso están las impresoras).
PLÓTERS ELECTROSTÁTICOS O LASER
Otro tipo de plóters son los plóters electrostáticos, térmicos o láser. Suelen ser bastante más caros que cualquier otro tipo de trazador y aunque con tecnologías distintas entre sí, todos ellos ofrecen una calidad de dibujo similar. Casi ninguno de ellos dibuja en color, y la calidad del resultado final se asemeja mucho a la impresión de un fax, aunque el tamaño del punto es menor y el trazado resiste mejor el paso del tiempo y la acción de la luz.
Los registradores electrostáticos son impresoras electrostáticas. El sistema de tracción de papel es similar al de una impresora convencional. El dibujo se realiza línea a línea. El elemento de escritura está constituido por una serie de agujas cuya densidad puede variar.
PLÓTERS DE CORTE.
Un plóter de corte es básicamente igual que uno de dibujo. La diferencia estriba en que además de dibujar esta diseñado principalmente para cortar vinilo adhesivo, que es el que utilizan los profesionales de la rotulación para decorar y rotular vehículos, luminosos, o escaparates. Algunos pueden cortar también materiales más gruesos, como cartulina, cartón, etc.
No basta con poner una cuchilla a un plóter de dibujo para convertirlo en uno de corte: un plóter de corte, tiene, entre otras cosas, la circuitería necesaria para controlar la orientación y la posición de la cuchilla.
Fundamentalmente, los plóters de corte pueden ser de mesa o de rodillo; de corte tangencial, de arrastre o de cabezal excéntrico; de arrastre por fricción o por tracción.
Los anchos más comunes son 50, 60 y 120 cm.
De entre todos estos tipos, vale la pena destacar un modelo que por ahora es único en su categoría, que no sólo corta, sino que además imprime sobre vinilo, con una calidad bastante razonable y con una duración a la intemperie y sin protección adicional, de tres años. Es el COLOR CAMM PNC-5000 de Roland. Imprime con una resolución de 360 dpi y una anchura de 38 cm. La longitud máxima es de 24,998 metros.
De todas formas, un buen programa de corte permite subdividir el rótulo que deseamos cortar y/o imprimir en trozos más pequeños que encajen en las medidas del plóter.
La utilidad de los plóters reside en su rapidez, ya que una vez recibido el dibujo que le envía la computadora y tras procesarlo completamente, puede realizar una copia DIN A0 en menos de cinco minutos.
Otra ventaja de estos aparatos es su mantenimiento prácticamente nulo y la posibilidad de funcionamiento durante horas, totalmente desatendido. Su único consumible es la bobina de papel.